Congelar un proyecto

Hola a todos,

Esta, de nuevo, es más una entrada para mi. Para dejar claro que no todo en la vida se consigue. Estoy enamorado de La Línea, pero es un cortometraje caro y políticamente comprometido.

A nadie le gusta que le digan que sus ideas políticas no son perfectas. Y este cortometraje se lo escupe en la cara a todos.

Todo por el camino no salió como esperaba. Los cortometrajes son a veces más difíciles de levantar que una película, nunca estás seguro de si recuperarás el dinero invertido y eso hace depender muchas veces de unas ayudas que a veces no llegan.

Creo realmente en el proyecto y los años intentando levantarlo me han enseñado muchísimo. Probablemente lo haga si algún día tengo el dinero para producirlo por mi mismo.

Pero ahora no es el momento, La Línea se va a un cajón. Ese cajón lleno de ideas maravillosas u horribles en el que maduran y florecen.

Con este post os quiero dejar claro que no todos los proyectos se llegan a materializar. Que tienes que poder ser suficientemente profesional como para soltarlo y poder levantar otros proyectos que te enamorarán de la misma manera o más.

Si en algún momento uno de esos proyectos pasa el punto en el que se quedó La Línea volveré a escribir para contaros cuales son los pasos a seguir para poder terminarlos.

¡Un abrazo a todos!